jueves, febrero 18, 2010

Me desperté con una pena enorme, con ojeras de lágrimas muertas y congestión tóxica en el alma, con la piel llena de arrugas de cama... cansada, cansada hasta los huesos.
Mi imagen en el espejo era tan desalentadora, a tal grado comparado a la desesperación que siente un niño cuando su madre le dice "hoy no habrá postre"...
Un reflejo brillante me cegó un instante, mi vista asombrada y curiosa se asomó con cuidado a ese cristal cubierto en plata y lo descubrí, las preocupaciones, la pena, los malos ratos, me pintaron una larga, brillante y fina cana...
Una vejez precoz empieza a apoderarse de mi cuerpo.

domingo, febrero 14, 2010

Tengo tres semanas volviéndome loca, hay una necesidad,
una urgencia febril de mis manos a ti, de mi boca a tu piel...
Necesito consumir todas tus palabras, todos tus gestos,
gastarlos despacio en la almohada, escucharte en silencio,
mirarme en tus ojos cristalinos...

y descubrir que nuestro mundo está detrás de ese espejo...

miércoles, febrero 10, 2010

Gracias por esas charlas de madrugada,
esas largas y realistas,
que me hacen recordar cada vez,
cual es el motivo de mi afirmativa a tu pregunta...

En verdad que todo se ve azul a tu lado,
no importa cuantos años pasen,
todo seguirá azul,
así como tu piel bajo mis manos...

Así como tu sangre en mis labios
cuando jugamos a que te como la boca
Azul ceruleo,
como el interior aterciopelado de tus parpados
o ultramar como las venas de tus manos.

Gracias por esas charlas plegables de madrgada
por inflar de nubes mi almohada
y perfumar con chocolate el aire.

Buenas noches...
hoy solo veo a venus desde la ventana.

domingo, febrero 07, 2010

Una silla de ruedas,
un par de pastillas
y una risa mortal
te dividían de todo.

El frío poco usual
y un luto descarado,
invadían el ambiente...

Minúscula, pequeña,
frágil e indefensa,
ante ese mundo de gente
vestida de negro.

Así te recuerdo,
maraña de pensamientos
y sentimientos dentro de
un saco a medias puesto

voces serpenteando en el aire,
el olor a parafina seca
y flores frescas...

tu risa ficticia
fragmentando el silencio,
pintando en estallidos
y espirales de color el lugar...

Así te recuerdo...
Lo ultimo que vi antes de dormir, fueron tus ojos amielados iluminando mi desvelo,
lejitos, lejitos...
Pero no importa, yo digo dos meses, tú dices que uno y al final, siempre sabemos que te veo al siguiente día...
Siempre tendremos un siguiente día...

sábado, febrero 06, 2010

Me encanta el olor a chimenea,
el aire helado penetrandolo todo,
el crujir de hojas bajo tus pies,
el té frío, el té caliente,
me gusta la sal y el azúcar,
pero más le sensación del jugo de limón
ácido dentro de mi boca,
curtiendo las heridas...
Me gusta el invierno, pero adoro el otoño,
tan solemne tiñendolo todo en tonos tierra...
Adoro pisar arena y zacate,
caminar descalza sobre el mármol fresco,
el olor del orégano recién molido,
el del café recién hecho
y el del chocolate fundido,
Pueden gustarme mil cosas,
pero amo tener tus manos entre las mías.

martes, febrero 02, 2010

Dos meses después de esa fragmentación,
vi la oportunidad, el momento preciso para culminar ese deseo gastado en ganas,
en mentiras y promesas...

Un día, ese día, 9:30am un apretón de manos, el camino hacia un día perdido,
el momento de algo que no debió continuar.

Esa cama, amplia y fría, reconfortable,
justo lo que mi cuerpo necesitaba para descansar, risas encapsuladas en recuerdos viejos...
una almohada,no, dos! caricias disfrazadas en juegos de niños.

El sueño, mi sueño y tu sueño, un momento, el momento, mis manos despeinando tu cabello, un botón suelto y tus manos tibias debajo de mi ropa,
una pausa y las palabras correctas para detenernos, la idea de una falsa fidelidad paralizando el instante, el día completo, borrado así, tal cual de nuestras mentes...

Pero ¿fidelidad a quien? ¿a mi instinto? ¿al suyo? ¿a tu recuerdo? ¿a la memoria de algo más puro? ¿¿fiel a ti, fiel a él ??

Un trozo, un fragmento de ti, el recuerdo de lo nuestro, aun sin hervir...

y le fui fiel a la idea misma de imaginar que si te enterabas de eso, lo nuestro no podría ser... le fui fiel al silencio, al tiempo y a la distancia...

a esa infinita que une tu ombligo con el mío.