sábado, julio 16, 2005

Me he despertado a las dos de la mañana,
con un sobresalto increíble,
gracias a una espectacular pesadilla;
mi pecho es oprimido por un elefante que se sienta cómodamente sobre él…
mi respirar es sombrío y trabajoso…

Las imágenes cítricas de mis problemas oníricos,
atacan cruelmente mis pupilas…
logrando enceguecer mi realidad.

Cada noche se convierte en un capitulo “fantástico":
En donde el protagonista despierta una y otra vez del mismo sueño fatal, donde al despertar la realidad es casi igual...

...Ahora no es un elefante,
si no un tigre que me desgarra vorazmente el pecho...