Los malditos compromisos con la escuela no te dejan en paz, caminas por las calles que siguen empapadas de lluvias viejas, y se inundan por las nuevas, la ciudad (ó lo poco que ves de ella) a tornado sus colores tierra por unos violetas... muy fríos!!!
Se te empaña la vista nada más de querer ver más allá de tus narices, una neblina espesa asfixia tus pulmones, el viento empieza a enchilar tu rostro y una ligera llovizna comienza a mojar sutilmente la gabardina negra... un desconocido acaba de saludarte, sólo atinas en estirar los labios simulando una sonrisa, das unos cuantos pasos viendo hacia el cielo, algo contenta porque alguien que no conoces te has saludado y zas!!! Un pequeño gran charco se atraviesa en con tus botas... “Me estaba tardando!” te dices mientras te ríes internamente!!