miércoles, octubre 22, 2003

A veces...

A veces en mi andar por las calles, siento tu mano abrigando la mía.
A veces es simple la caricia, otras tantas es mustia... tus dedos como telarañas se enredan entre los míos, ó juegan con la palma de mi mano, buscando esa cicatriz que rompe armoniosamente las líneas de mi mano... entonces un cosquilleo inmenso estalla en la yema de los dedos.

A veces, en mi andar por los parques, siento tu brazo abrigando mis hombros.
A veces es suave el abrazo, otras tantas es intenso... tus brazos como cuerdas se enredan con los mío, ó juegan...

A veces... sólo a veces en verdad te siento a un lado mío, tan cerca, que llego a escuchar tu voz... murmullos tan bellos... y muevo la cabeza de uno a otro lado, para ver si entre la gente te encuentras, tú, con tu inconfundible andar.

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