Me arranco la carne del rostro en trozos pequeños
para dárselos de alimento a las hormigas...
me quito esos metros de piel ante ti...
lo material se vuelve intangible y
las cosas efimeras con las que soñamos,
se vuelven solidas recompensas...
hoy te amo en tonos azules...
los mismos que pintan tus labios
cuando hace mucho frío.
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